Tras diversas peticiones de los taxistas de Orizaba, hicieron que el Gobernador huyera del lugar.
El día de ayer, los taxistas se manifestaron con carteles en mano, pues estos demandaban seguridad y respuestas a las demandas que han venido haciendo.
Al respecto, Jairo Guarneros Sosa, asesor de taxistas, recordó que solicitaron que haya una estrategia real de seguridad ya que los trabajadores siguen siendo secuestrados y asesinados.
Agregó que también está pendiente el tema del reordenamiento y se derogue el decreto para dar paso a otro que permita un nuevo proceso, no dar continuidad al mismo.
Indicó que pese a que en al menos en dos ocasiones de pláticas con ellos el gobernador Cuitláhuac García aceptó que el reordenamiento de la pasada administración era recaudatorio.
Los taxistas, corretearon al mandatario, y luego este se encerró en el Palacio Municipal; personal del edificio cerraron las puertas y no permitieron accesos ni salida.
Esto, también retrasó la realización de trámites, e incluso, una pareja que se iba a casar, tuvo que esperar a que les permitieran ingresar al Registro Civil.
A pesar de que los taxistas se dividieron para mantener presencia en todas las salidas del palacio municipal para hacer llegar sus demandas al gobernador, éste salió por la parte trasera del palacio, abordó su unidad y se fue sin hacerles caso, lo cual motivó la molestia de los trabajadores del volante, quienes le gritaron “cobarde”.
Guarneros Sosa consideró que el actual jefe del Ejecutivo “se quitó ya la careta de democrático” y ahora se ve como un gobernante sin sensibilidad.
Pese a la inconformidad, el Gobernador prefirió huir, que atender a los ciudadanos por lo que advirtieron que actuarán de la misma forma cada que vaya a Orizaba.
Además, no descartaron que ahora, podrían trasladar sus protestas a la capital del estado hasta que el mandatario los atienda.