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IVONNE ORTEGA Y “LA CASA DE PAPEL”

Radames García Pieto.- “Cuando tenía 12 años dejé la secundaria, en mi casa, no teníamos qué comer y mis padres no podían mantenernos, por eso puse un puesto en el mercado de Dzemul”, repite una y otra vez la candidata a la presidencia del PRI. Pero hace unos años cuando se le preguntaba a la exgobernadora de Yucatán el origen de su fortuna su respuesta era contundente: “mi familia me heredó fortuna, terrenos y casas”.

Ortega Pacheco adquirió desde junio de 2008, 11 meses después de llegar al Palacio de Gobierno de Yucatán el 75% de las mil 706 hectáreas pertenecientes al municipio de Dzemul, ante la protesta de los 953 ejidatarios de la zona. De acuerdo con la valuación efectuada en el Registro de la Propiedad, cada hectárea tuvo un costo de 322.9 pesos; por lo tanto, el metro cuadrado tuvo un precio de tres centavos.

Las apropiaciones de terrenos de alta plusvalía en la costa yucateca cayeron en manos de otro pariente de Ivonne Ortega: el nuevo alcalde de Dzemul, Domingo Ortega Graniel, primo de la exgobernadora. Un amplio terreno en Telchac Puerto, un paraíso tropical virgen fue vendido a su prima, según reportes de prensas, por 49 mil pesos.

El sitio Mayaleaks que siguió de cerca la gestión y el gasto público de la administración de Ivonne Ortega da cuenta que durante su sexenio las familias Ortega y Pecheco obtuvieron 26 casas a precios muy ventajosos en diferentes municipios de Yucatán, y que todas están asentadas en el registro público de la propiedad.

En una crítica nada velada a su antecesora, el gobernador de Yucatán el también priista Rolando Zapata Bello advirtió en tu toma de protesta que en su gobierno “los recursos públicos no pueden concebirse como privilegios o prebendas, como era antes, por el contrario, son responsabilidades y obligaciones”.

Otro pariente famoso de Ortega Pacheco es su sobrino, Cornelio Aguilar Ortega, que a sus 5 años de edad ya posee 158 hectáreas en el municipio de Dzidzantún, donde su padre Cornelio Aguilar Puc, fue alcalde de 2004 a 2007. El humor yucateco bautizó al sobrino de la ex gobernadora como “Cornelio, el niño terrateniente”, ya que desde el 20 de junio de 2011, sus papás le hicieron una donación de 9 propiedades, cuando sólo tenía 4 años.

La mamá del niño Cornelio, Guadalupe Ortega Pacheco, es hermana de Ivonne Ortega, fue presidenta del DIF estatal y diputada federal suplente por el distrito 12 de Yucatán. Su papá, Cornelio Aguilar Puc, fue el coordinador estatal de la campaña de Enrique Peña Nieto a la presidencia de la República.

El Diario de Yucatán, decano en la información en la entidad, publicó una serie de reportajes donde revelaban que la mayor propiedad de Cornelio, “el niño terrateniente”, es un tablaje de 104 hectáreas, adquirido a finales de 2011, a un precio de 48 pesos por cada hectárea, según las escrituras.

Su madre, Guadalupe Ortega Pacheco, y su esposo, Cornelio Aguilar, acumularon más de una decena de propiedades en los últimos años. El rotativo yucateco mencionó las propiedades que pusieron a nombre de su hijo: un tablaje con número catastral 1868, de tres hectáreas; otro tablaje número 4379 de 4 hectáreas; la finca “San Ramón”, con 37 hectáreas; el tablaje catastral 3215 con 50 hectáreas; una casa en la cabecera municipal de Dzidzantún, copropiedad con su hermanastro Paúl Ortega Pacheco.

La fiebre por acaparar tierras de la familia de Ivonne Ortega Pacheco, sólo es comparable con su gusto de la ex mandataria yucateca por la farándula, por el derroche presupuestal en obras inconclusas o por obras faraónicas como el Gran Museo del Mundo Maya, cuyo costo oficial es de 770 millones de pesos “en inversión inicial”, pero que le costará a 25 años al erario peninsular más de 5 mil millones de pesos, según informes obtenidos por Proceso.

La historia de Ivonne de ser parte de la militancia esforzada se va cayendo a pedazos..

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